lunes, 23 de mayo de 2016

Mi Rincón Favorito en NYC


Buscando mi rincón favorito en Nueva York



Hace 6 Meses llegue desde Venezuela a la gran manzana, aterrice en la hermosa ciudad de Nueva York y la verdad es que estoy enamorado, las calles llenas de artistas, los puestos de comida árabe y latina en cada esquina, los locales bohemios de jazz que se encuentran ocultos en los rincones más impresionantes de la ciudad y las plazas y tiendas repletas de turistas, como no amar Nueva York?.

Los turistas llegan a la gran manzana de todas partes del mundo, se pasean de un rincón a otro comprando en las grandes tiendas y perfumerías como si el mundo se fuese a acabar. Se escucha música de todos los estilos proveniente de cada local, de cada calle y de cada rincón de la “Gran Manzana”.

Los Museos son verdaderamente impresionantes, con verdaderas obras de arte, exposiciones de artistas desconocidos que llegan desde todos los Países y si te fijas bien siempre hallarás un Van Gogh o algún Picasso por allí camuflado en alguna pared.

Las calles parecen verdaderas escenas de películas, hombres altos de traje que no sueltan el teléfono celular ni por un instante, mujeres vestidas con los últimos atuendos de su marca preferida en colores que les hacen resaltar por encima de cualquier circunstancia, los turistas con sus manos llenas de bolsas de Macy's y Apple. De vez en cuando pasa una limusina y todos disimulan que se arreglan en los reflejos del vidrio cuando realmente solo intentan captar el más mínimo guiño de quien estará dentro del vehículo para tener algo que presumir al volver a casa.

Los vasos de Starbucks de todos los colores se pasean por la calle en manos de sus compradores, que honestamente parecen más orgullosos de su vaso de café de Starbucks que de su portafolio de trabajo. Las calles de Broadway son mis favoritas, artistas, mimos, modelos, músicos bohemios, personas disfrazadas estudiando la historia de cada rincón de este paseo.

Los parques repletos de personas con fascinantes historias corriendo con sus atuendos de colores y paseando entre los árboles, algunos pasean con sus mascotas y otros pasean con sus parejas, algunos se pasan horas corriendo por el Central Park para luego detenerse en ese pequeño puesto de Hot Dogs en la esquina más cercana al Subway.

Todos llegan con ojos de verdadera admiración, la mirada de asombro de los niños al presenciar las gigantescas torres o al hombre vestido de Mickey repartiendo globos en Times Square (convenientemente en la entrada de la juguetería de Disney). Los niños que no pueden disimular la sorpresa en las puertas de la enorme tienda de Lego en la cuadra del Rockefeller Center donde pueden encontrar absolutamente todas las colecciones y piezas de todos los colores, formas y tamaños de la marca.

La ciudad de Nueva York está llena de sitios increíbles, rincones ocultos, restaurantes magníficos, tiendas de moda y museos que vale la pena visitar, todos vienen con ganas de quedarse y todos se hallan aquí con un lugar especial para recordar momentos que les gustaría vivir una y otra vez.

Existe un sitio fascinante que me gusta visitar cruzando el puente de Brooklyn, en la bahía se halla junto a un pequeño café-restaurante y una heladería, un enrejado de hierro y acero donde puedes tomar las mejores fotografías del famoso puente de Brooklyn y desde donde tendrás una de las mejores vistas de todo Manhattan.

En este enrejado las personas (mayormente turistas) vienen a fotografiarse en pareja, ver la puesta de sol, que cabe añadir, la vista desde ese lugar es un verdadero privilegio, y estando allí cumplen la tradición de sujetar sus candados con los nombres de ambos en el enrejado a manera de promesa, la pareja escribe los nombres de ambos, uno a cada lado del candado, lo sellan en la reja de la bahía y guardan la llave como una promesa de un amor sólido y eterno.

Es un fascinante rincón de Nueva York. Pero no es mi favorito, mi rincón favorito de Nueva York no es la Quinta Avenida ni la vista desde la Isla de la Libertad (donde se encuentra la estatua de la libertad). Como buen amante del arte y la música me encantan esos rincones ocultos entre las calles de Nueva York donde puedes sentarte a cualquier hora del dia a pedir un café y leer un
libro mientras en el pequeño escenario con solo un par de luces doradas te ofrecen el más íntimo y excitante concierto de jazz en vivo.

Pero tampoco ese es mi lugar favorito… Siempre he optado por lo simple, por lo sencillo, por lo común, y por aquello que otros menosprecian, soy de esos que valoran como si fuese oro lo que para otros es una tonteria. Mi rincón favorito de Nueva York es diferente al resto porque nunca se encuentra en un mismo sitio, siempre está en movimiento, y lo confieso… Amo el Metro de Nueva York, ese es mi lugar favorito y ahora te explico porque.

Cada mañana te levantas, bebes una taza de café, tu batido de proteínas y sales al trabajo, esa sensación de fatiga por las heladas mañanas que te hace querer dormir intenta apoderarse de ti, a solo metros de la estación del Subway se encuentra un pequeño dispensador de periódicos gratuitos, con titulos disponibles en español e inglés, y en chino y japonés si te encuentras en el barrio chino.

Pasas tu ticket en la máquina, esperas tu vagón, ingresas en el, buscas un asiento cerca de la ventanilla para ver tu reflejo discretamente cada cierto tiempo y abres el periódico que está repleto de noticias sobre temas que desconoces pero igual simulas leer porque sabes que ello te hará ver “más interesante” y no pierdes tiempo en dirigirte a la sección de deportes, el horóscopo y mi favorita… Las caricaturas!!.

Cuando te aburres del periódico abres tu morral, extraes un juego de audífonos y escuchas tus canciones favoritas en el teléfono, en mi caso, una selección de pistas entre “New York Jazz Lounge”, “Strut” de Lenny Kravitz, “Native” de One Republic, “Cheek to Cheek” de Tony Bennett con Lady Gaga, “90 Millas” de Gloria Estefan y las bandas sonoras (obligatorias) de The Hunger Games y Guardians of the Galaxy.

Entonces subes la mirada y miras a tu alrededor, lo que ves simplemente no puede definirse de otra manera, estas en preciosa de uno de los más maravillosos espectáculos de la humanidad… La convivencia pacífica.

Hombres y mujeres de todas las razas, credos, colores, etnias y religiones, todos ellos en su mundo dirigiéndose de un lado a otro, entrando y saliendo sin faltar nunca un “excuse me” o un latino que no maneja bien el ingles y dice “perdone, me da un permiso”, que generalmente ese latino perdido en el metro suelo ser yo!.

En una hora común en el metro de New York lo más acostumbrado es ver a una pareja de amigas de habla hispana ya entradas en edad conversando en español sobre sus familias y compartiendo recetas, chicos dominicanos y cubanos hablando en un enredado spanglish que ellos al parecer entienden perfectamente, siempre ingresan un grupo familiar de europeos con ojos bastante claros que parecen sentirse en la dimensión desconocida, además hablando en francés, la típica familia árabe o del medio oriente que suelen mantenerse bastante juntos y nunca conversan entre ellos porque prefieren hablar en casa con mayor privacidad.

También son muy comunes las parejas LGBT o conformadas por personas del mismo sexo que van de la mano, niños y niñas a quienes sus padres visten con ropa bastante étnica para infundir en ellos desde muy temprana edad un cierto sentimiento de orgullo nacionalista. En lo personal me gusta mucho el estilo de las personas afroamericanas que siempre se suban al metro escuchando música, usando ropa de colores muy llamativos y en ciertas ocasiones con grandes afros o con trenzas de colores en el cabello.

Es un verdadero espectáculo digno de admirar, como en “la selva de cemento” donde conviven más de 22 millones de personas provenientes de todos los Países y rincones del mundo, pertenecientes a diversas razas y religiones, blancos, chinos, europeos, latinos, cristianos, judíos e incluso musulmanes, todos conviven en sana paz, todos se tratan decentemente, todos se piden permiso entre ellos muy educadamente. 

He llegado a ver este espectáculo cada día sin poder detener mi ferviente admiración, cientos de personas de todas partes del mundo, entre habitantes regulares y turistas, todos conviviendo en sana paz, tranquilidad y respeto, e incluso a veces hasta se inician interesantes debates entre ellos. 

Si tantas personas de diferentes razas, colores, etnias, nacionalidades, tendencias políticas y religiones, pueden convivir de manera sana y respetuosa todos los días durante varias horas aún encerradas en una enorme máquina de metal… Que te hace creer que todos los Países del mundo no podemos algun dia alcanzar la paz? 

Este es mi rincón favorito de la gran ciudad, ese momento y lugar donde todo a mi alrededor toma diversos colores y entre ellos alcanzan la armonía, como las teclas de un piano que aún con sonidos tan diferentes pueden crear la más hipnotizante melodia. 

Es una escena maravillosa que ocurre cada día y se repite cada hora en este rinconcito subterráneo de la gran manzana, y si tienes la oportunidad de venir a Nueva York, te invito a formar parte de mi escena de convivencia diaria.

Elhoim Leafar


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