Propiedades Medicas de la Manzanilla
Sus propiedades se conocen desde hace más de 4.000 años, cuando los egipcios la reverenciaban como una hierba sagrada, dedicada a Ra (el dios Sol), por sus virtudes medicinales en el tratamiento de las afecciones del intestino.
Los griegos la denominaban khamaimelon, manzana de la tierra, por el aroma similar de la manzanilla romana con las manzanas maduras. Y si el nombre de chamomila se lo debemos a los helenos, los romanos acuñaron el nombre de Matricaria Chamamilla (la matriz-útero, la madre), en honor a su capacidad para calmar los espasmos durante la menstruación.
Los sajones, que la utilizaban como sedante y calmante estomacal, la consideraban una de sus nueve hierbas sagradas, mientras que en la Edad Media era esparcida en las insalubres entradas de los castillos y mansiones para paliar malos olores y evitar infecciones. Esta costumbre aún se mantiene, ya que la manzanilla romana se puede encontrar en caminos, prados y emparrados donde deja un agradable olor al ser pisada a la vez que actúa como relajante.
Muchas son las propiedades de esta planta que, usada como infusión, trata la diarrea, es digestiva y tranquilizante y previene y cura úlceras estomacales. También calma las molestias premenstruales y menstruales y estimula la menstruación. Activa el sistema inmunológico y previene infecciones. Es una excelente aspirina natural, ya que reduce los niveles de prostaglandinas.
Su aplicación externa con una compresa alivia inflamaciones y dolores de artritis. Estimula la reparación de la piel en úlceras, aftas y quemaduras gracias a sus aceites antisépticos. Como baño de asiento es de gran ayuda en el tratamiento de hemorroides y problemas vaginales.
La manzanilla es, además, un excelente antihistamínico natural y antialérgico especialmente indicada como inhalador en casos de asma, gripe, fiebre del heno, catarro y sinusitis.
En los últimos años se puede encontrar embotellada como aceite esencial para aprovechar sus propiedades aromáticas en dolores de cabeza o estados de estrés, miedo, tensión, obsesión y ansiedad. Unas gotitas en un algodón también calman el dolor de muelas y encías.
Sin embargo, a pesar de todas sus maravillosas propiedades, la manzanilla no puede ser administrada a niños menores de 2 años (y a los mayores de esta edad hay que dársela en pequeñas cantidades), ni a mujeres embarazadas o que estén amamantando, recuerda que aunque sea una hierba tan buena puede tener efectos secundarios indeseables, por lo que siempre debes tener cuidado al usarla y consultar con tu médico cualquier duda que tengas.