No pude evitar fotografiar a esta valiente guerrera que dignamente se ha enfrentado al Otoño, a la llegada del Invierno, y aún sigue allí esforzándose por brindarnos su delicioso aroma ante el caótico y gris invierno.
En algún momento se enfrentará a su inevitable destino, pero caera con dignidad y no sin haber luchado, y al llegar la primavera renacerá de sus raices más hermosa que nunca.