Cinco elementos esenciales que no pueden faltar en casa esta temporada de Navidad.
Este año 2019 me he vuelto más íntimo con este blog a la hora de compartir, anteriormente era mucho más general, pero en este diminuto espacio virtual me he comenzado a sentir cada vez más seguro y confiado para compartir esos pequeños rituales diarios y de temporada que suelo realizar.
Cada temporada de Navidad me dedico a compartir un par de posts al respecto, pero este año he tomado la decisión de escribir sobre todos esos temas que me han consultado al respecto anualmente, y asi aclaro las dudas de muchos.
Aquí abajo voy a dejarte una lista sencilla con cinco elementos esenciales que no deben faltar en tu casa esté Diciembre de 2019.
- Manzanas, para la salud y la abundancia.
Las manzanas son símbolos esenciales del invierno, esencialmente por su fuerte color rojo decorativo, simbolizan abundancia, protección y sabiduría, son lo una buena fuente de vitamina C y otros nutrientes, y es común hallar manzanas decorativas de cerámica para colocar como centro de mesa.
Te invito a romper brevemente con esa estética y conseguir algunas manzanas de verdad, coloca un bol, preferiblemente de vidrio en la mesa del comedor o en la cocina, y mantenlo lleno con manzanas de diversos tamaños y colores durante toda la temporada, mantenerlas frescas e invita a tus visitas a comerlas, al final de la temporada puedes tomar las manzanas restantes para realizar jugo o mermelada.
- Velas, para claridad y luz en todo momento.
Simbolizan la luz que aparta la oscuridad y el ingenio humano (al crearlas), son un elemento esencial de la temporada debido a su asociación con los ritos paganos que iniciaron estas celebraciones hace más de dos milenios.
Adquiere velas de diferentes tamaños y formas en colores rojo (para activar la energía), blanco (para purificar y proteger) y dorado (canalizador de la buena fortuna), coloca estas velas en diferentes puntos clave del hogar, junto a la puerta de entrada, cerca de las ventanas, en el comedor o en el estudio, y enciende una cada día durante la noche para iluminar el camino a tus seres queridos que vienen de visita desde el más allá, para brindarte compañía y ver que todo esté bien.
(mantén las velas lejos de cortinas, manteles, mascotas y niños).
- Cuarzos blancos, para protección y curación.
Los cuarzos son una buena fuente de energía y están disponibles en la mayor diversidad de tamaños y presentaciones posibles. Protegen y brindan un espacio de curación y calma, transmutan de forma lenta pero constante la energía y además, son bastante vistosos.
Cada temporada de Navidad yo personalmente coloco diversos cuarzos en los rincones del hogar, primero realizó un breve ritual de colocarlos en agua limpia con unas gotas de aceite esencial de mirra o verbena en una taza durante toda una noche, al día siguiente los limpio con un paño seco y los colocó en sus respectivos sitios.
Si lo deseas, puedes llenar un pequeño bol de madera o cristal con varias piezas de cuarzo y colocarlo como “decoración” en un rincón del hogar, o colgarlos del arbolito.
- Flores, para conectar con la naturaleza y honrar su maternidad.
Las flores simbolizan el espíritu creciente de la naturaleza, la maternidad de la tierra y la fertilidad divina, mayormente están asociadas con la energía femenina del ser humano.
Un racimo de flores rojas o blancas en casa será un elemento mágico para dar la bienvenida a los espíritus bien intencionados a nuestro hogar, un racimo de flores dice a los espíritus “aquí eres bienvenido, a quedarte y cuidar de nosotros”. Las flores rojas activan la energía de la prosperidad mientras que las flores blancas brindan protección y serenidad.
- Cascanueces navideños, para protección y carisma.
Los cascanueces son tan tradicionales como modernos, gracias al famoso ballet de invierno se han convertido en elementos decorativos de Navidad alrededor del mundo, los cascanueces o “soldados de juguete” provienen del folclore alemán que les consideraba guardianes del hogar.
En la vieja Alemania la figura de estos guardianes con enormes bocas eran tallados en madera y metal, y se mantenían cerca de las puertas para “morder” a los espíritus intrusos, a partir del surgimiento de la figura más carismática del cascanueces rojo y blanco con traje de soldado y enorme sombrero ruso, estos pasaron de ser figuras del folclore convencional a ser figuras asociadas a la Navidad.
Un viejo truco que hacemos en casa en pasar quemar salvia y romero cerca de los cascanueces para mantenerlos despiertos y libres de malos espíritus, invitando a los espíritus guardianes a habitar en ellos durante la temporada.