miércoles, 26 de agosto de 2015

Hacer una almohada de sueños


Hacer una almohada de sueños

Otoño, días más cortos, noches más largas...

Las noches están hechas para soñar, para ayudarnos en nuestro trabajo con los sueños hacemos almohadas con las hierbas mágicas tradicionales que favorecen que nuestros hijos se relajen, tengan sueños profundos y los recuerden luego para compartirlos...
Los niños más pequeños disfrutan rellenando la almohada con las hierbas, pero los más mayores prefieren realizar todo el proceso, desde cortar los cuadros de tela, coserlos, rellenarlos y decorarlos.
Las almohadas de sueños no han de ser del tamaño de una almohada normal (requeriríamos de kilos de hierbas para llenarlas). Podemos hacerlas de dos modos: una almohada grande y plana, sin mucho relleno, para que sus hijos duerman directamente sobre ellas, o una más pequeña, que se guarda debajo de nuestra almohada durante el día, y cuando llega la hora de dormir ponemos nuestra almohada de sueños encima de la normal para así respirar durante toda la noche el aroma mágico de sus hierbas....
Para una almohada de sueños pequeña se usan dos trozos de tela cuadrados de 15cm x 15cm, las más grandes a su propio gusto. Es importante elegir una tela natural: algodón, seda o lino. A los niños les gusta elegir personalmente el color o estampado, una opción deliciosa es reciclar y buscar entre las ropas viejas y telas que tengamos guardadas, a el resultado mágico de la almohada se le añade el recuerdo asociado a esa prenda... El terciopelo es también el favorito de los niños.
Con la tela escogida y cortada, sujetamos con agujas con los lados buenos en el interior y cara a cara, cosemos con un punto sencillo y mejor manualmente (suma personalidad y valor emotivo el hacerlo a mano completamente), dejando 2'5cm desde el borde, el espacio central ha de ser como mínimo de unos 7cm, una vez cosido, se le da la vuelta a la almohada y sacamos las esquinas con ayuda de un lápiz.
Ahora ya procedemos al relleno, con dos bols generosos de hierbas secas, e incluyendo una cantidad generosa de lavanda (u otra a su gusto personal).


Opciones de relleno: flores de lavanda seca, pétalos secos de rosa, flores de manzanilla secas (tradicionalmente ayudan a conciliar el sueño), melisa, agrimonia (ayuda a conciliar el sueño a quien tenga problemas emotivos), romero seco ( bueno para recordar los sueños), anís (previene las pesadillas), milenrama, verdolaga, tomillo (ayuda en la depresión), hojas de castaño (para tener sueños agradables), bálsamo de limón, el clavo, menta (para provocar sueños refrescantes que propician el descanso)....

Una vez rellena nuestra almohada de sueños, cosemos el lado por dónde la hemos rellenado- Tal vez sus hijos quieran decorar y personalizar la almohada: cordones cosidos, o que cuelguen de las esquinas, algún aplique de tela cosido en la almohada con decoración especial....
Cuando notemos que nuestra almohada pierde aroma, basta con sacudirla para que de nuevo libere su fragancia. También podemos abrirla y renovar las hierbas cuando nos convenga.

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