jueves, 7 de enero de 2016

La Merkaba

Merkaba, la carroza de Dios.

La Merkaba o mejor conocida como la carroza de Dios es una imagen bastante inusual que cobra una diversidad de significados todos ellos muy ambiguos a través de la historia.


La Merkaba aparece por vez primera en la Biblia, específicamente en Ezequiel 1:4-26 refiriéndose en hebreo al peculiar vehículo de cuatro ruedas conducido por cuatro querubines, cada uno de ellos con cuatro pares de alas y cuatro caras, la de un hombre, la de un león, la de un buey y la de un águila.

Actualmente en el campo esotérico, específicamente a partir de 1924 la Merkaba retomo su relevancia simbólica siendo adaptada a los libros de metafísica, yoga, cabala, misticismo y magia blanca y en cada uno de estos con un significado ciertamente diferente pero a la vez muy parecido. 

La Merkaba se conforma por dos pirámides entrecruzadas, simbolizando la unión de corazón, mente y cuerpo, y realmente si se detalla no son dos pirámides, se trata de tres tetraedros diferentes superpuestos uno sobre otro, pero bajo la observación parece ser uno solo.


En la Cabala mística se interpreta que la Merkaba gira de la siguiente manera, , la primera sigue el rumbo de las agujas del reloj y es masculino negativo, el segundo gira en vía contraria y es femenino positivo (lo opuesto al Ying-Yang) y el tercero es neutral y se mantiene inmóvil entre los otros dos.

El Merkaba acta sobre los estados de conciencia como parte de una geometría sagrada, sus efectos están ampliamente vinculados con el balance de las energías y el equilibrio de los chakras, el aura y la mente.
El Merkaba se estudia en la psicología mística para analizar la mente, por lo general al verlo, la primera imagen que llega a la cabeza del paciente es un asunto presente y representa un pensamiento o tema que es bastante común en la mente del estudioso.
En la cabala simboliza la Sabiduría y la luz divina que se manifiesta dentro de las almas, mientras que en el campo esotérico representa el balance de la luz interior, el cual a su vez se manifiesta en el equilibrio de los chakras y el aura personal.