lunes, 31 de agosto de 2015

La Magia del Beleño Negro


La Magia del Beleño Negro...


EL BELEÑO NEGRO

El beleño negro (Hyoscyamus Níger), es una planta tremendamente venenosa y se la puede comparar con la Belladona.
Tiene componentes psicoactivos que actúan sobre el sistema nervioso central y como es altamente tóxica no es conveniente ni su manipulación ni su ingestión, pues por muy hermosa que sea su flor, es solo una apariencia de esta planta que es muy peligrosa.


Al parecer existen dos tipos, el beleño negro o hierba loca y el menos peligroso beleño blanco o hierba de Santa María. Originariamente de las regiones mediterráneas, hoy en día está extendida por Europa y Asia; se la puede encontrar con facilidad entre los escombros, en zonas de cultivo de adormideras y en las tierras en barbecho.


Conocida desde la antigüedad, el beleño pudo ser utilizado por las pitonisas del templo de Delfos que solían tomar psicofármacos para entrar en comunión con los espíritus o los dioses y así obtener el oráculo.
Los celtas la llamaban beluntia que deriva del dios Belenos y de ahí su nombre. Algunos pueblos la fumaban para obtener sus efectos alucinógenos, pero la utilidad que las brujas hacían del beleño era en sus famosos ungüentos para volar.

Las brujas mezclaban las virtudes de esta planta con otros ingredientes y se untaban dicho ungüento por todo el cuerpo, al ser absorbido por el organismo llegaban a estados de trances alucinógenos y así en sus escobas volaban hasta los aquelarres, también se utilizaba en filtros amorosos, quien lo ingería quedaba sumido en un profundo estupor sin voluntad, pero obediente ante cualquier orden.

Pero, también hubo personajes de la más alta aristocracia que utilizaron el beleño como poderoso veneno para eliminar a quienes la molestaban.

Sin embargo, como todo veneno, el beleño tiene propiedades terapéuticas en dosis indicadas. Se la utiliza para medicinas antiasmáticas, reparadoras del sistema nervioso, espasmolítico y para los calambres de los temblores seniles.
Con el beleño se utilizan ungüentos y pomadas contra dolores reumáticos. Y bien dosificado, alivia las preocupaciones, mejora el ánimo y calma las inquietudes.


Debemos destacar el mágico Beleño. Usado desde siempre por brujos y curanderos no sólo para lograr el alivio de sus pacientes sino también, mezclado con otras sustancias, para alcanzar estados modificados de la consciencia inspirando el humo de las hogueras. A este respecto cabe decir que los vapores de Beleño son venenosos, también es tóxico inhalado, por lo que hay que tener mucho cuidado en su uso mágico.
El Beleño presenta la propiedad de ser un elemento protector de la persona pues tiene la capacidad de actuar a modo de escudo; dentro de su uso podemos destacar los siguientes aspectos:
1.- El humo del Beleño quemado a modo de fumigación con unos carbones y repartido por las estancias de la casa ahuyentará la negatividad. Pero siempre, según la tradición, hay que efectuar la quema a partir de las seis de la tarde o en su defecto después de la puesta del Sol. Por supuesto, dadas las características de esta planta, debemos tener la precaución de fumigar con las ventanas abiertas.
2.- Un poquito de Beleño mezclado con una cucharadita de las de café llena de Artemisa y dos granos de pimienta negra resultará de gran efectividad contra el mal de ojo, siempre y cuando dispongamos de esta mezcla en el interior de un saquito de tela morada.
3.- El Beleño triturado y depositado en el interior de una botella que contenga sal marina (mínimo dos cucharadas soperas), y además dos monedas de plata, más una ramita de Ruda seca, convertirá este recipiente en una “botella encantada” que deberemos situar tras la puerta de entrada de la casa.
Dicha botella tiene la propiedad de proteger el hogar de malas vibraciones, pero debe cargarse al amparo de una lunación completa, es decir, al caer la noche la depositaremos en la repisa de una ventana que pueda recibir los efluvios de la Luna en sus diferentes fases.
4.- Otro sistema para convertir esta planta de protección de actividad negativa contra el hogar, será depositarla convenientemente sellada con cera de vela de color negro y situarla en la repisa de las ventanas de la casa.
Para efectuar el ceremonial, bastará con que el oficiante encienda una vela negra junto a un plato que contenga esta planta. Seguidamente invocará en voz alta:


“Que esta planta que atrae lo negativo, lo recoja sobre ella y lo deposite en este plato evitando que llegue hasta mi hogar”.


Seguidamente dejaremos que la vela se consuma hasta la mitad y después se tomará la vela e inclinándola, para que poco a poco comience a derramar gotitas de cera, se procederá a sellar el contenido del plato, formando así un sello mágico de cera y planta. Una vez se haya endurecido la cera, realizaremos la siguiente invocación:

“Que este sello mágico bañado con las poderosas gotas negras de esta vela, catalizadora de la negatividad, permita que lo negativo que desee entrar en mi hogar se quede atrapado aquí”.

Tras el proceso anterior, daremos por concluido el ritual, agradeciendo a las potencias invisibles, su ayuda y participación en el mismo. Si tenemos creencias religiosas, esta misma acción de gracias podemos realizarla sobre algún santo que sea de nuestra devoción.