Acabar con la pena de muerte | Amnesty International

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Pena de muerte

Irán

La cifra de ejecuciones en Irán se ha incrementado bruscamente a lo largo del año pasado. Muchas de las personas ejecutadas fueron condenadas por delitos relacionados con las drogas. Otras eran presos políticos a quienes se había declarado culpables de “enemistad contra Dios”. De las 252 ejecuciones reconocidas oficialmente en 2010, sólo 15 fueron impuestas por asesinato. Las normas internacionales piden que la aplicación de la pena de muerte se limite a delitos intencionales que tengan consecuencias fatales u otras consecuencias extremadamente graves.

En Irán a las personas detenidas a menudo se las mantiene recluidas durante largos periodos antes del juicio; en ese tiempo corren peligro de sufrir tortura u otros malos tratos. Los juicios son por lo general injustos. Los procesos judiciales, en particular los que se celebran fuera de la capital, Teherán, con frecuencia son sumarios –duran escasos minutos–.

A las personas condenadas por delitos relacionados con las drogas se les niega el derecho a recurrir a un tribunal superior.

Pedimos a Irán que suspenda la aplicación de la pena de muerte e instamos a las autoridades a respetar el derecho y las normas internacionales y a proteger los derechos de las personas que se enfrentan a la pena capital.

No te pierdas las próximas acciones para poner fin a la pena de muerte en Irán.

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Cuando se fundó Amnistía Internacional en 1961, sólo nueve países habían abolido la pena de muerte para todos los delitos. A comienzos de 2011, la cifra de países abolicionistas había ascendido a 96.